lunes, 30 de julio de 2012

REFLEXIÓN SOBRE EL PROGRESISMO.

Esta reflexión nace de la discusión amable sobre la izquierda, el progresismo y otras utopías,  con algunos reformistas. Ahora hace su aparición en este blog para oxigenar nuevamente el debate y brindar  posibles devenires de este movimiento político.

Apostándole a la sinceridad. Es incomprensible el catalogar y definir  el “Progresismo” como simplemente ser ético y transparente, cualidades tan elementales para un buen vivir y un buen gobierno que no podrían ser consideradas virtudes sine qua non para los  militantes de un movimiento político. O peor aún, decir que “Progresista” es simplemente aquel que sigue y defiende al actual Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Por tal motivo,  la urgencia de espacios de debate, de encuentro y desencuentro son fundamentales para la construcción colectiva de su base política.

Dicho esto. Según Jorge Rodríguez director del Centro de investigaciones para el Desarrollo (CID) “hay una izquierda que busca la revolución y otra que busca la reforma, esta última es la de Petro”. Donde el reformismo no significa  la construcción de una izquierda cada vez más Burocratizada como sucedió en  el Gobierno del Polo Democrático Alternativo en Bogotá en cabeza de Samuel Moreno. Por el contrario,  un reformismo que modifique las conductas de los colectivos y los haga participes de la grandes trasformaciones sociales y políticas desde unos Nodos claramente definidos.

“Tal vez un nuevo espacio político esté designando más allá de la distinción tradicional entre Estado y “sociedad civil”: un espacio intermedio, cuya función no es institucionalizar los movimientos, ni transformarlos en partidos, sino hacer que la sociedad oiga sus mensajes y traduzca sus reivindicaciones en la toma de decisiones políticas, mientras los movimientos mantienen su autonomía” (Acción Colectiva, Vida Cotidiana y Democracia, Alberto Mellucci. Editorial del Colegio de México. México, 1999)

Precisamente esta autonomía es la que se debe construir. Donde los movimientos sociales no dejen de ser movimientos y cumplan una función de doble vía como demandantes pero también de vigilantes. Por estos motivos es fundamental un fuerte trabajo político, ideológico y programático entre sus militantes donde aprendan y aprehendan de situaciones y grupos políticos pasados.   Pero…  A todas estas ¿Qué es ser progresista? Bueno, según la Internacional Socialista, el Progresismos es la categoría política  que abarca partidos, posturas y  planteamientos Socialdemócratas, Socialistas y  Laboristas –En el caso de Europa-.Pero…. ¿Qué tienen de común todas ellas? Para el Francés Alain Lipietz  lo común es el reformismo radical.

“La revolución es violenta, rápida, no institucional y a veces sangrienta. La reforma es progresiva, pacífica, negociada en un marco institucional con medios de presión no violentos incluso si están fuera de la legalidad: campañas de prensa, manifestaciones, huelgas, boicoteo, elecciones, negociaciones contractuales “(Reformismo Radical. Alain Lipietz. Intervención en el taller “Ahondar en los valores de la ecología política”, convención parisina de “Europe Ecologie”, Arcueil, 8 demayo de 2010)

En contraposición de  la irresponsabilidad Bonapartista y Leninista del “se avanza, y luego ya se verá”, nosotros no eludimos la responsabilidad de lo que pase tras la revolución bajo la excusa de “nosotros no quisimos eso”. Predicamos la autonomía de cada uno y no la dictadura de algunos supuestamente iluminados²

Así pues, el camino hacia el reformismo radical  es largo pero deben caminarlo. Y para ello,  serán sumamente importantes los Nodos  progresistas y los grupos de trabajo abierto y democrático que exorcicen los fantasmas del mesianismo, el caudillismo y la política personalista que en ocasiones parece ser el nuevo mal de la política colombiana. Y quizás así Progresistas pueda convertirse en un movimiento con incidencia  y vocación de Poder nos solo a nivel Distrital  sino Nacional,  con redes ciudadanas que gocen  de una  fuerte plataforma ideológica y programática  que no permita que el movimiento se convierta en un nicho etéreo y vacío ideológicamente que pueda terminar gobernado por las  lógicas clientelistas, oportunistas y electorales.
 
Progresistas deberá ser también quien alce las banderas de primero lo humano y su entorno natural, donde el progreso no sea visto como crecimiento económico sino como disminución de la pobreza y las desigualdades sociales; donde la solidaridad no sea entendida como el ofrecimiento de lo que nos sobra sino el ofrecimiento a luchar por lo que nos falta; un movimiento que instaure un Estado fuerte y regulador del interés privado, donde la clase “dominante” contribuya proporcionalmente a las cargas públicas por medio del cumplimiento de los impuestos y la responsabilidad social; un movimiento que se atreva a hacer los cambios estructurales, económicos,  sociales y culturales para  enfrentar el Estado mafioso, el cambio climático y el maltrato animal.


Largo camino han de caminar los progresistas…

                                                 
                                    

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